¡No te hagas la víctima! Hacerse la víctima, es de perdedoras. ¡Supérate! ¡Transfórmate! ¡Inténtalo! No te hagas la víctima, porque limitas la capacidad de tomar acción y de asumir la responsabilidad de tus acciones y decisiones. Dañas la confianza en ti misma y te detienes para enfrentar los desafíos que tienes en tu vida. No te hagas la víctima, porque nunca aprenderás a resolver nada. Asume la responsabilidad de tus acciones y trabaja para superar los obstáculos y resolver tus problemas adecuadamente. No te hagas la victima y mejora tus relaciones interpersonales, demuestra una actitud positiva y resolutiva ante la vida para que seas una triunfadora.
Si tienes un problema con tu pareja, ¡No te hagas la víctima! asume tu parte y soluciona positivamente, lo que te corresponde. Es mejor buscar una solución a tiempo, siempre y cuando esa pareja realmente valga la pena.
No hacerse la víctima, es aprender a aceptar nuestros propios errores y tratar de ser mejores personas en todo, absolutamente todo.
Nosotras tenemos la capacidad de resolver y un poderoso sistema de organización emocional, que nos ayuda a enfrentar de una manera inteligente, nuestros problemas. ¡Debemos explotar esa parte! Al hacerte la víctima, solo te engañas a ti misma y pones una venda en tus ojos.
No te quedes dormida bajo la avalancha de la vida. Busca soluciones, haz un plan de acción y llévalo a cabo. No importa si tienes 20 o 60 años. Hoy estas aquí y lo que hagas o dejes de hacer hoy, te beneficiará o te perjudicará el día de mañana.
Hacerte la victima todo el tiempo, tratando de siempre “ganar la situación” solo te hace ver como una mujer manipuladora y poco confiable, esto puede socavar la confianza y el respeto que las personas tienen por ti.
Hacerte la víctima, es de perdedoras y todas nosotras, tenemos solamente esta vida, para venir a triunfar y ser felices. No vamos a vivir dos veces, así que explota lo mejor de ti, empezando por aceptar tus errores, para que tengas una correcta visibilidad de lo que debes hacer y resolver, hoy.