La aceptación es un proceso muy activo, no tiene nada de pasivo, no es una resignación pasiva, sino un acto de reconocimiento de que las cosas son como son … La aceptación no significa que no podamos trabajar para cambiar el mundo o las circunstancias. , pero significa que a menos que aceptemos las cosas como son, intentaremos forzar las cosas a ser como no son y eso puede crear una enorme dificultad.
Jon Kabat-Zinn
El proceso de aceptación comienza con la voluntad de ver las cosas exactamente como son en el momento presente. La aceptación no se trata de resignación. Se trata de valentía. Se trata de la valentía de mirar una situación directamente a los ojos y decir: «Sí, tengo este problema». Al igual que los alcohólicos primero necesitan reconocer que tienen un problema antes de poder hacer algo al respecto, entonces debemos aceptar que tenemos un problema y no tratar de encubrirlo, para no vivir en una negación autoimpuesta.
Aceptación: significa ver las cosas exactamente como son
¿Puedes mantener tu atención enfocada exactamente aquí y ahora, tomando cada momento como viene y conectándote con lo que sea que se presente? A menudo, para poder aceptar lo que llega a la conciencia, debe pasar por períodos de sentimientos intensos como la ira, el miedo o el dolor. Estos mismos sentimientos requieren aceptación. Aceptación significa ver las cosas exactamente como son en lugar de como crees que son o como crees que deberían ser.
Recuerda, las cosas solo pueden cambiar en el momento presente. Tienes que ver las cosas como son y a ti misma como eres en este momento si deseas cambiar, sanar o transformarte a ti misma o a transformar tu vida. Por lo tanto, desarrollar una comprensión de la aceptación y la voluntad de experimentar sus emociones, es fundamental para permitir el cambio. Gran parte de nuestra práctica de conciencia plena está dirigida a desarrollar la capacidad de permanecer en el presente. Sin embargo, estar en el presente sin aceptar lo que encontramos allí, socavará nuestra capacidad de beneficiarnos de nuestra práctica.
El acto de aceptación incluye ablandarse y abrirse a lo que está aquí. Permitirnos comprometernos con el presente, con total aceptación, es un acto de concentración y enfoque. Sin embargo, debe ser cómodo, debe liberarse la sensación de lucha. Al dejar de negar y luchar con la forma en que están las cosas ahora, lo extraño de la aceptación es que al renunciar a toda la energía que estábamos usando, nuestra energía se libera para abordar la situación con una visión recién adquirida.
Una comprensión importante de la aceptación, es que no significa que tenga que gustarte todo o que tengas que adoptar una actitud pasiva. A menudo, la gente confunde la aceptación con la tolerancia o la sumisión. No significa que tengas que estar satisfecha con las cosas como son, o que tengas que dejar de intentar cambiar las cosas para mejorar. Como estamos hablando de esto aquí, la aceptación simplemente significa la voluntad de ver las cosas como son, profunda, veraz y completamente. Esta actitud prepara el escenario para actuar de la manera más potente y saludable en tu vida, sin importar lo que esté sucediendo.
Esta no es una revelación que pertenece solo a la atención plena, muchas de nosotras conocemos el poema «Si» (un extracto que resume la aceptación):
Rudyard Kipling
Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu maestro;
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y desastre
Y tratar a esos dos impostores de la misma manera;
No es una opción fácil, requiere paciencia y práctica. La aceptación nos permite tomar decisiones con todos los hechos a nuestra disposición, con una objetividad que significa que podemos tomar las mejores decisiones posibles. El enfoque estoico que nos dice, es que debemos preocuparnos solo por aquellas cosas sobre las que tenemos control y que requiere la aceptación para comprender lo que podemos controlar. Las palabras de la «Oración de la serenidad» son otro ejemplo de aceptación:
Reinhold Niebuhr
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
coraje para cambiar las cosas que puedo,
y sabiduría para saber la diferencia
No debes considerar esto como una oración, si no tienes ese tipo de creencia espiritual, el concepto de aceptación sigue siendo válido.
Todas las actitudes de atención plena se apoyan mutuamente, y la aceptación respalda nuestro no juzgar y no esforzarnos por permanecer atentas y conscientes.
